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Lavado gástrico

Técnicas y Procedimientos

Chávez Barroso, Cristian

Largo Fernández, Jessica

Reina González, Mª del Mar

DEFINICIÓN

El lavado gástrico es un procedimiento mediante el cual se realiza una descontaminación gastrointestinal por la ingesta de un tóxico potencialmente letal a través de una sonda cuyo extremo distal se aloja en el estómago. Es una técnica de rescate y siempre debe ir seguida de la instilación de carbón activado.

 

OBJETIVOS

El objetivo de dicha técnica es la eliminación del tóxico ingerido.

El lavado gástrico sólo está indicado en algunas situaciones y se debe usar de manera excepcional:

  • Debe considerarse cuando la cantidad del tóxico ingerido en la hora previa sea potencialmente peligrosa para la vida.
  • Intoxicación grave por sustancias no ad¬sorbibles por carbón activado: ácido bórico, ácidos minerales, hidróxido sódico o potásico, arsénico, bromuro, carbonatos, cáusticos, cesio, cianuro, DDT, diltiazem, etanol y otros alcoholes, etilenglicol, hierro, ipecacuana, isopropanol, yoduros, litio, metales pesados, potasio, tobramicina, tolbutamida.
  • Intoxicación por sustancias de liberación retardada o con cubierta entérica si han transcurrido más de 2 horas: AAS, sales de Fe, anticolinérgicos, tricíclicos, narcóticos y fenotiacinas.
  • Ingesta de parches de medicación o de paquetes de drogas de abuso.

 

MATERIAL

  • Sonda nasogástrica: dependiendo de la edad del niño y de la sustancia ingerida se recomienda el uso de sondas de mayor grosor disponible (1Fr=0,33mm). Las más utilizadas son:
    • Sonda gástrica Levin de una única luz de 8-18Fr.
    • Sonda Faucher.
      • Lactantes: 20Fr
      • Niños/as < 12 años: 24-28Fr
      • Niños/as > 12 años: 30-40Fr
    • Sonda de doble luz de Salem de 5-20Fr.
  • Gasas.
  • Guantes.
  • Lubricante hidrosoluble o, en su defecto, agua.
  • Gafas protectoras (recomendable).
  • Mascarilla quirúrgica.
  • Jeringa de irrigación de 50 ml.
  • Esparadrapo o apósitos específicos para fijación de SNG.
  • Solución Salina isotónica templada.
  • Batea y bolsa de residuos.
  • Fonendoscopio.
  • Equipo de aspiración, si es necesario.
  • Pinza de clampaje.
  • Bolsa colectora.

 

ALGORITMO

Lavado Gástrico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EJECUCIÓN

Preparación del personal

  • Lavado higiénico de manos con jabón o desinfección con solución hidroalcohólica.
  • Colocación guantes no estériles y, si es necesario, mascarilla quirúrgica y gafas protectoras.

Preparación del paciente

  • Identificar de manera inequívoca al paciente (Nombre y apellidos, fecha de nacimiento y NUHSA).
  • Identificar al personal que va a estar presente en la técnica si el/la niño/a está consciente y con capacidad de comprensión y al familiar que lo acompañe.
  • Valorar estado del paciente con secuencia ABCDE.
  • Monitorizar.
  • Estabilizar y canalizar vía venosa periférica, si fuera preciso.
  • Explicar la técnica, utilizando un lenguaje adaptado a la edad y estado del paciente y solicitar su colaboración.
  • Preservar la intimidad del paciente.

Procedimiento

  • Colocar a paciente en decúbito lateral izquierdo con la cabeza a 10 o 15º más baja (en posición de Trendelenburg) ya que así, al estar la curvatura mayor del estómago en posición de declive y el píloro más alto que el cuerpo gástrico, se impide el vaciamiento del contenido hacia el duodeno.
  • Medir la porción de la sonda que es necesario implantar en el paciente.
  • Lubrificar bien la porción distal de la sonda con lubricante hidrosoluble o agua.
  • Introducir de forma suave y sin forzar, por la cavidad nasal u oral, recomendándole al paciente, si es posible, que intente tragar. Para facilitar su paso hacia el esófago es conveniente colocar el cuello en ligera flexión ventral. Si aparece tos o dificultad respiratoria, retirar sonda porque podría haberse introducido en vía respiratoria.
  • Una vez introducida hasta la medida que hemos estimado oportuna, confirmar la correcta colocación de la sonda. Para ello podemos insuflar aire a la vez que auscultamos en el epigastrio o retirar una pequeña cantidad de contenido gástrico y medir su pH mediante tiras reactivas obteniendo un pH < 4 para la correcta colocación de la sonda en estómago.
  • Previo al inicio del lavado, aspirar el contenido gástrico para obtener una muestra y disminuir la distensión del estómago. Maniobra importante para evitar que el líquido introducido favorezca el paso del tóxico a través del piloto.
  • Iniciar el lavado introduciendo la solución salina isotónica templada con ayuda de la jeringa de irrigación. La cantidad a introducir es de 10-15 ml/kg de solución, sin sobrepasar los 200 ml/ciclo en el niño mayor.
  • Una vez que el líquido está dentro, masajear suavemente el epigastrio y el hipocondrio izquierdo.
  • Después de 2-3 minutos en el estómago, evacuar el líquido introducido mediante aspiración con la jeringa o bajando la sonda por debajo del estómago (método de sifón) permitiendo el drenaje del contenido por gravedad a una bolsa colectora. La cantidad evacuada debe ser aproximadamente igual a la instilada.
  • Realizar ciclos de instilación-aspiración hasta que el contenido gástrico sea claro y sin restos, sin superar la cantidad total de 2 litros, ya que cantidades superiores pueden producir desequilibrios hidroelectrolítico y distensión.
  • Para retirar la sonda, pinzarla, retirar la sujeción y sacarla con rapidez y suavidad
  • Limpiar y proporcionar seguridad al niño.
  • Explicar la posibilidad de vómitos, mareo y dolor.

 

CONSIDERACIONES ESPECIALES

  • Se debe interrumpir el proceso si el estado nivel de conciencia del niño contraindica el procedimiento.
  • Si se prescribe carbón activado, éste debe administrarse después del lavado gástrico y antes de retirar la sonda, con una dosis de 1gr/kg, pinzando la sonda para evitar la evacuación.
  • Actualmente, la administración de carbón activado es el tratamiento elección cuando es necesario la descontaminación gastrointestinal y la sustancia es susceptible de ser absorbida por el mismo.
  • El lavado gástrico sólo recupera el 30% de la sustancia ingerida.
  • El lavado gástrico debe ser usado de manera excepcional y sólo debe considerarse cuando la cantidad del tóxico ingerido en la hora previa sea potencialmente peligrosa para la vida y la sustancia no sea absorbible por el carbón activado, o no se disponga de este.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Jiménez Tomas R. , Saornil Adeliño Y. Lavado gástrico. En: Benito Fernández J., Mintegi Raso S. Urgencias Pediátricas. Guía de actuación. 2ª ed. Editorial médica Panamericana; 2019. p. 140-142.
  2. Barbosa Dias F., Pera de Almeida B., Regina Alvares B., Menezes Jales R., Siqueira Caldas JP., Valentim Carmona E. Uso de tiras reactivas de pH en la verificación del posicionamiento de la sonda gástrica en recién nacidos. Rev. Latino-Am. Enfermagem. 2019; 27:e3227.
  3. Bugarín González R., Galego FealP., Martínez Rodríguez JB., García Quintáns A. El lavado gástrico. El médico en las situaciones urgentes. Med Integr. 2001; 38(9): 379-384.
  4. Molina Cabañero JC. Taller de intoxicaciones. En: AEPap. Congreso de Actualización Pediatría 2020. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2020. p. 559-567.
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  6. Martínez Sánchez L, Mintegi Raso S. Intoxicaciones. Protoc diagn ter pediatr. 2020;1:321-338.
  7. Mintegui S. Manual de intoxicaciones en Pediatría. 3o ed. Madrid. Asociación Española de Pediatría. 2012. p.476.
Lavado gástrico